Monty Python y el Santo Grial

Un maravilloso encanto se filtra a través de estos esfuerzos casi colegiados, como si estos británicos sin fondos, al hacer lo mejor, lo hicieran mejor. El resultado es una obra singular, accesible y atractiva a un nivel que sus películas posteriores no lograron, y coloreada con su juventud, energía, determinación, intrepidez y -sin estudio ni junta de censura mirando constantemente por encima de sus hombros- libertad, del tipo que hace que los escolares empollones y con gafas (y algunos otros) deseen recordar. Si se eliminara cualquiera de esos elementos de la fórmula de los Python, Holy Grail habría sufrido. Yo -y miles de personas como yo- nunca los habría conocido, con o sin instituto.